20110206

Zonambulantes-Lucy

Nunca paso nada entre tú y yo.

Si me fuera corriendo a por la noche y me diera a esa fuga a por la vida, ¿todavía me seguirías, extraño?
Vaya es que en la ficción no tienes que escribir cosas que sean ciertas. Ya… si ni si quiera tienen que ser creíbles.
¿Pero cómo qué?
¡Ah! Como la imagen esa, de que se nos iba la vida ¡Esa última vez que nos vimos!
Temblando, tiritando de angustia caliente como tu sexo, pero solos, ¡solos como nunca habíamos estado desde nada! Sus manos destruidas y sus sonrisas rotas, las piernas de ella que no temblaban pero ¡ah! como dolían y esa escena; a media colonia clase mediera rompiéndoseles las vidas.
 No, es que en la ficción no hay ni que escribir que la pobre mujercita aquella lloro hasta que se le salía un gemido sordo de la garganta. Ni cabe mencionar, que su cuerpo se desplomaba regularmente con un ataque de histeria triste, puff, tristísima. Tampoco hay que aclarar que la voz tierna de Silvio Rodríguez le cantaba al oído a toda una casona sola.

¿Es que a quien le cargamos la responsabilidad de creerse que se nos iba la vida a media calle?
Que eran más de las 4 am usualmente cuando se nos iban las ganas de amar y de amarnos para siempre, con esa totalidad nefasta que nunca me soportaste.
 Que esta noche/madrugada solo me basta respirar con fuerza para sentir tu sudor dulce de cariño. Que todas las ansias de mi vida se aplacan con un suspiro reciclado prácticamente a diario.
¡Coño, pero claro que sí!  Así fue, exactamente así fue con tu beso profundo atrapando mi piel, tus ganas de vivir empapadas. Las ganas de querer, querer. Hablamos del amor ¡carajo! ¡Se nos fue el amor!
Que va, nada es ni siquiera creíble. Si el hombre que yo amo no hubiera sido tan estúpido como para decirme adiós después de semejante despedida. 

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