20130716

CUANDO LOS CEMPOALES FLOREZCAN

(LO MÁS NUEVO DE LA ZONÁMBULA!)

Autor: Francisco Espinoza de los Monteros

A Rubén, uno de los protagonistas de esta novela, su convicción de que tenía un hermano gemelo lo llevó a los terrenos de la obsesión. En la búsqueda de "el igual" se aficionó a los temas de ocultismo y encontró que su propia sangre podría ser la clave para lograr el objetivo. Anastasio, un viejo solitario con un pasado sorprendente, está en la última etapa de su vida. Debe encontrar pronto un donante, y todo le hace creer que Rubén, a quien recogió de la calle, moribundo, es la persona que necesita. ¿Pueden ser gemelos dos individuos cuya diferencia de edades es de cincuenta años?


Francisco Espinoza de los Monteros. Nación en Topia, pequeño pueblo minero del estado de Durango. En su niñez se trasladó con su familia a la ciudad de Guadalajara, donde realizó estudios de médico cirujano, técnico en anestesiología, especialidad médica en  mioterapia y maestría en salud mental. Desempeñó varios puestos directivo en la Secretaría de Salud Jalisco y en la Universidad de Guadalajara; entre otros: directos de varios centros de salud, rector del Centro Universitario del Sur y coordinador general académico.

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20130708

TODO UN PASADO POR VIVIR




Autor: Luis Vicente de Aguinaga

Todo libro, a su modo, es muchos libros. Éste es una compilación de artículos aunque también es un diario y, marginalmente, una reunión de aforismos. Entre notas y apuntes al filo de los días, crónicas y ensayos, pasan por estas páginas recuerdo y anécdotas de la vida familiar del autor, dos periodos presidenciales de México, alguno viajes, tiempos recientes o lejanos en Guadalajara, los últimos días de los Beatles, la muerte de Ali Farka Touré, un concierto de Robert Plant y otro de Paul McCartney, Canciones de Mark Knopfler y Bob Dylan, olimpiadas y mundiales de futbol, un libro de Cesar Vallejo y discos de Arturo Meza, lecturas de Neruda y Borges y Paz y Lizalde, cartas al director y fotos autografiadas del tío Gamboín, la navidad y la FIL y más canciones aún, de Ry Cooder o Steve Earle. Los años han sido barajados y los meses acomodados bajo un principio zodiacal, y cada página se puede leer atendiendo a su fecha o ignorándola, porque no hay presente sin memoria ni pasado sin porvenir.



Luis Vicente de Aguinaga nació en 1971. Autor de libros de poesía La Cercanía (2000), Reducido a Polvo (2004), Adolescencia y otras cuentas pendientes (2011) y Séptico (20012) y algunos de crítica y ensayo (Lámpara de mano 2004), Signos vitales y La migración interior (2005), y Otro cantar, (2006), entre otros. Es profesor, investigador y traductor de poesía.

Parte del libro:

Mayo de 2012
Por qué recordar con gusto el concierto 
de Paul McCartney en Gudalajara

Porque, de las treinta y nueve canciones que interpretó, veinticuatro fueron de los Beatles, y era evidente que no le interesaba recrearlas ni mucho menos desfigurarlas, acaso por que nadie sabe mejor que McCartney lo que significan para el mundo.
       Por que no hay casi nada en el mundo mejor distribuido que la nostalgia por los Beatles ni nadie más autorizado que Macca para satisfacer a los nostálgicos.
       Porque, a pesar de lo que muchos piensan, incluyéndome yo mismo, Paul no es el principal imitador de McCartney sino el McCartney temporal permanentemente reflejado en el espejo del Paul eterno.
      Porque admirar a McCartney es añorar los tiempos idos y disfrutar a la vez con los tiempo idos y disfrutar a la vez con los tiempos que corren.
Porque "Day Tripper" y "Things We Said Today" son muy buenas canciones de los Beatles que sorprenden y exaltan en vivo, elevándose a rango de grandes canciones.
     Porque sencillamente da gusto volver a oir "I´ve Just Seen A Face" y "The Night Before", como si un enérgico remitente situado en 1964 nos estuviera enviando dos mensajes clarísimos.
     Porque, de las canciones de su nuevo disco, Macca eligió tocar la más íntima y primorosa : "My Valentine".
      Porque si Macca pasa de un instrumento a otro (del bajo a las guitarras eléctricas y acústicas, del ukelele al piano de cola y del piano vertical a la mandolina) es para determinar la profundidad y el espesor de emocional de cada canción, logrando incluso más que lo mucho que logra cantando.
      Por que si bien hay que pagarlo a precio de oro, uno acaba por instalarse dentro de una cápsula de casi tres horas de felicidad ininterrumpida, lo suficientemente amplia y reconocible para bailar, para sonreír, cantar a gritos y verter un par de lágrimas ( en mi caso, durante "Blackbird" y Golden Slumbers").
      Porque la calamidad nos ha enseñado a vivir primero sin John y luego sin George, pero nada podría enseñarnos a vivir sin los Beatles. Y aunque Macca ya no sea nada más un beatle, de algún modo él es el primer albacea, el mayor embajador  y el sumo sacerdote de un mundo alegre, incompatible con la estupidez y la maldad.

20130705

EN TANTO EL SOL AMANECE

(¡LO MÁS NUEVO DE LA ZONÁMBULA!)

Miguel García Ascencio

En tanto el sol amanece recurre a la simbología del ave, y remite al lector a un campo semántico diverso: la libertad, el am/o/desamparo, la música…
En este poemario su autor busca ser orgánico, en el sentido de que organiza (mejor dicho, poetiza) muchos aspectos en torno a un eje: la similitud del proceder de las aves con la conducta humana.
En tanto el sol amanece plantea la diversidad como un transcurrir cotidiano: en la evolución de la naturaleza  del hombre, en su cultura y espiritualidad, en la realidad étnica (las razas) y su hpabitat (las geografías), en la discapacidad, emigración y migración; en las manifestaciones artísticas, la sexualidad, las creencias religiosas, etcétera, como evidencia de la complejidad del pensamiento y sentir humanos.


Miguel García Ascencio, Arandas, Jal., 1949. Poeta, narrador y periodista, ha publicado en periódicos y revistas locales y del país. Lo han incluído en varias antologías. Es autor de Con esta voz me gano el arrullo (prosa poética), Liturgia de la sed, Ascención a la mirada (poesía), Favor de no borrar (cuento narrativa), Haz de corazones locos (ensayo), Pupila de sal, Días perecederos (antologías poéticas de Cocha Mojica y Raúl Navarrete.


ALONDRA

Alondra ama la voz que oye en el teléfono.
Tesitura del amor ausente
milagro de la inalambrería
: un chisquear que dice estoy aquí
sin que importen los husos y las horas.

Estoy contigo en el auricular
(Aunque no se diga)
con el que te ven mis ojos:
hoy amaneciste
con la incertidumbre de un tren que se distancia
y no logra escuchar mi beso.

Plática de lo trascendente y de lo fútil  
Como sí descubrieran el mundo al hablar del barrio
del ir y del volver
del recuento a oscuras:
el índice en la almohada continúa en su frío.

Hablan y se besan con las intenciones
con una mano en el vientre y otra en el pubis.

AMADO NERVO-HERMANA AGUA

Gustavo Jiménez Aguirre


El hielo

Para cubrir los peces del fondo, que agonizan
de frío, mis piadosas ondas se cristaliza,
y yo, la inquietüela, cuyo perenne móvil
es variar, enmudezco, me duermo, quedo imóvil.
¡Ah, tú no sabes cómo padezco nostalgia
del sol bajo esa blanca sábana siempre fría!
Tú no sabes la angustia de la ola que inmola
sus ritmos ondulantes de una mujer, su sonrisa,
al frío, y que se vuelve, mujer de Lot, banquisa:
ser banquisa es ser como la estatua de la ola.

Tú ignoras esa angustia; mas yo no  me rebelo,
y ansiosa de que en todo mi Dios sea loado,
desprendo radiaciones al bloque de mi hielo,
y en vez de azul oleaje soy témpano azulado.

Mis crestas en las noches del polo son fanales,
reflejo el rosa de las auroras boreales,
la luz convaleciente del sol, y con deleite
de Serafita, yergo mi cristalina roca
por donde trepan lentos los morsos y la foca,
seguidos de lapones hambrientos de su aceite…
¿Ya ves cómo se acata la voluntad del cielo?

Y yo recé: -Loemos a Dios, hermano Hielo.


Amado Nervo escribió la Hermana Agua en París. A 110 años de su publicación, este poema fluye ahora en un cauce propio, independiente, porque la poesía como la materia de este poema, se pliega en diversas formas hacia el lector. Además de volver a escuchar “esas gotas incesantes y sonoras de un torrente lírico” que ha sobrevivido prolongadas sequías de la crítica.

MURMULLO SOBRE ASFALTO-Dos poetas de Croacia

Lana Derkac/Davor Salat
Traducción y compilación: Zeljka Lovrencic


El descascarar la lengua

Algo nos expele esta palabra, la segunda y la tercera,
y no queda casi ninguna. Y hablar es necesario, sin ello se
nos descascara la lengua y las ventanas de la nariz sueñan con la
oscuridad, ¿Qué hable quién, ¿quién es el dueño
de las palabra ya pronunciadas? Porque cada boca está invitada
a su cara, se anida en mueca silenciosa. Quizá las palabras están
fuera de nosotros, y nosotros somos sus enanos atróficos. Y
mientras estamos en esa
arena muda, los pájaros susurran entre si,
y las estrellas charlan en la lengua celestial.




Murmullo sobre asfaltos en una selección  de textos de dos poetas croatas. Lana Derkac (Posega, 1969) y Davor Salat (Dubrovnik, 1968), ambos pertenecientes a la generación de los noventas y miembros de la Sociedad de Escritores Croatas. La poesía de Davor es metafísica; la de Lana, más vital y sobre lo cotidiano. Pero aunque viven y describen su alrededor de manera distinta, es evidente que no solo están unidos por el lazo de su generación, sino también por el de la vida que comparten.

20130701

Clic en los ojos


Les compartimos un texto publicado en la página de La jornada realizado por uno de nuestros Autores creador del libro En Guadalajara fue por Febronio Zataráin.

“Apúrense, cabrones, la Bestia no espera a nadie”, decía el pollero mientras algunos enrollábamos las cobijas y otros recogían los enseres. Nos encontrábamos en el albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, y
estábamos por irnos adonde pasaría el ferrocarril. Hacía una semana que habíamos cruzado el Suchiate. Éramos trece con todo y el pollero: de
Guatemala, El Salvador, Honduras y de Ecuador. “Voy a tener que
mocharme con el garrotero; cincuenta varos por piocha.” El pollero
hablaba como mexicano, pero sabrá Dios de dónde sería. Entramos
al patio ferroviario. Había cientos esperando a que la Bestia
apareciera; se oyó su bramido y toda la mancha de gente se
alzó. “Todos al mismo vagón, síganme.” La Bestia apenitas se
arrastraba como invitándonos a que la montáramos. El
culebrón se veía alegre con tanto migrante encima. De los
doce, ninguno había estado sobre el cuerpo de la bestia,
pero nos veíamos muy campantes, como si hubiéramos
nacido para eso. Adelante de Coatzacoalcos la cosa se
complicó; el tren fue disminuyendo la velocidad
hasta que los vagones se quedaron quietos. Llegaron
varias camionetas por cada lado, muchos saltaron y se
echaron a correr gritando: “¡Los zetas!, ¡los zetas!”
Se oyeron balazos, y el pollero, agachándose:
“¡Péguense a la Bestia!” Un zeta nos gritó: “¡Bájense
y acomódense en la caja de la camioneta!” Nos
llevó a un caserón en un pueblo llamado Oluta.
Nos pasaron de uno por uno a un cuarto. Allí
me dijeron que marcara el número de un
familiar y le contara lo que me había pasado.
Me contestó mi madre y, después de un
minuto, me arrebataron el celular; le
pidieron mil dólares, que los enviara a una
casa de cambio en Jalapa. De los otros
once, llegó rápido el pedido y se los llevó
el pollero. “En tres días vengo por ti.”
“Qué vamos a hacer contigo, tus
familiares no te quieren”, me dijo
el de la camioneta mientras jugaba
con un revólver; le sacó las balas
del tambor, luego le regresó una, le
dio vueltas a la rosca y me apuntó.
Ya no parpadeé; ni siquiera solté
un gesto porque ya estaba
muerto; el clic del gatillo me
entró por los ojos; el zeta se
acercó, me extendió la mano
y con voz contenta dijo:
“Yo te voy a pasar al
otro lado.”

http://todoennoticia.com.mx/occidente-municipios-jalisco/cerda-martha-mientras-agonizas-la-zonambula-2020/