Miguel García Ascencio
En tanto el sol amanece
recurre a la simbología del ave, y remite al lector a un campo semántico
diverso: la libertad, el am/o/desamparo, la música…
En este poemario su autor
busca ser orgánico, en el sentido de que organiza (mejor dicho, poetiza) muchos
aspectos en torno a un eje: la similitud del proceder de las aves con la
conducta humana.
En tanto el sol amanece
plantea la diversidad como un transcurrir cotidiano: en la evolución de la
naturaleza del hombre, en su cultura y
espiritualidad, en la realidad étnica (las razas) y su hpabitat (las
geografías), en la discapacidad, emigración y migración; en las manifestaciones
artísticas, la sexualidad, las creencias religiosas, etcétera, como evidencia
de la complejidad del pensamiento y sentir humanos.
Miguel García Ascencio,
Arandas, Jal., 1949. Poeta, narrador y periodista, ha publicado en periódicos y
revistas locales y del país. Lo han incluído en varias antologías. Es autor de
Con esta voz me gano el arrullo (prosa poética), Liturgia de la sed, Ascención
a la mirada (poesía), Favor de no borrar (cuento narrativa), Haz de corazones
locos (ensayo), Pupila de sal, Días perecederos (antologías poéticas de Cocha
Mojica y Raúl Navarrete.
ALONDRA
Alondra ama la voz que oye en el teléfono.
Tesitura del amor ausente
milagro de la inalambrería
: un chisquear que dice estoy aquí
sin que importen los husos y las horas.
Estoy contigo en el auricular
(Aunque no se diga)
con el que te ven mis ojos:
hoy amaneciste
con la incertidumbre de un tren que se distancia
y no logra escuchar mi beso.
Plática de lo trascendente y de lo fútil
Como sí descubrieran el mundo al hablar del barrio
del ir y del volver
del recuento a oscuras:
el índice en la almohada continúa en su frío.
Hablan y se besan con las intenciones
con una mano en el vientre y otra en el pubis.
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