Apuesta de La Zonámbula por autores nuevos
◦Editorial independiente tapatía
GUADALAJARA, JALISCO.- Según la opinión de Jorge Orendáin, director de una de las editoriales más jóvenes de México, La Zonámbula, los sellos independientes son, en el momento actual, los que dan la cara en el terreno de la literatura y los únicos que apuestan por los autores nuevos y no los famosos.
“Almadía, Monte Carmelo en el sur de México, Arlequín, Literalia y Mantis, las tres de Guadalajara, todas independientes, son las que están haciendo ese trabajo”, expresa el editor y poeta, autor de Telescopios de papel (1996) y Patio exterior (2008).
Orendáin recuerda los inicios de La Zonámbula hace dos años y medio: “Nos juntamos un grupo de amigos. Francisco Enciso era impresor y cada uno puso su trabajo, un poco de papel sobrante y comenzamos la editorial”.
En este momento, Sol Ortega (diseño), Cristina Quezada (corrección y edición), Jorge Orendáin (editor en jefe) y Fernando Toriz (administración) conforman el proyecto.
Una peculiaridad de La Zonámbula es que no tiene fines de lucro. Acaba de publicar su decimonoveno título, Sueños imperfectos, un libro de cuentos de Roberto Ascencio, y ha publicado a autores nuevos y consagrados en materia de poesía y narrativa, como Raúl Aceves, Xitlálitl Rodríguez Mendoza, Marco Aurelio Larios, Yolanda Ramírez Michel, Carlos Alberto Cortés, Arnulfo Sepúlveda, Rafael Ángel Nungaray y la niña Melissa Nungaray. Algunos de los títulos han sido financiados por los propios escritores.
Paula Zulaica, autora del poemario Después de Babel, expresa que “los creadores independientes tenemos un gran problema para que nos publiquen y también de distribución. Siempre pasa lo mismo, terminas publicando tu librito, se lo pasas a los cuates y a la familia y allí termina todo. En ese sentido, el trabajo de La Zonámbula me parece magnífico, porque se trata de promover el talento local”.
Angélica Maciel, quien tiene publicado en La Zonámbula el libro de viajes Viento versal, considera que “es una forma muy interesante de promover la palabra y la letra, sobre todo la letra novel, de aquellos nombres que aún no son reconocidos. Allí radica el trabajo”.
Existen también las ediciones de autores extranjeros Murmullos sobre el asfalto y Poesía de Eslovaquia. Breve muestra.
Además, La Zonámbula ha incursionado en la edición de libros para niños con Soy Robin, de Diana Aizemberg, y prepara uno más que se titula Submarinos de papel, textos de varios autores surgidos del taller de literatura infantil coordinado por Yolanda Ramírez Michel en la Librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica.
Jorge Orendáin acepta que el trabajo de editor le ha restado tiempo al de poeta. Sin embargo, continúa escribiendo y publicó, después de 15 títulos de La Zonámbula, Si la pausa.
Asegura que en La Zonámbula “no se trata de publicar amigos, al contrario, hay algunas personas que no quiero y sin embargo reconozco la calidad de su trabajo, tanto así que ya están publicados”.
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