De pronto me entran las ganas
de dejar de extrañarte,
levantarme de la cama,
sacudir tu nombre
y lavar las sábanas
Tirar el agua que comienza a estancarse
antes de nazcan las crías del hastío,
las larvas de costumbre
y se pudra.
Esperar a que caigan las hojas secas
para que el viento las barra
y se llene todo
de flores nuevas
Me entran las ganas de decirte adiós
sin despedidas largas
antes de que termine
y me venzan las ganas
de llorarte
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